“Soy testiga de Jehová y mi religión me prohibe mentir”.
El domingo me la pase mirando películas de Almodóvar. Las viejas, las de la Maura y la Chus. Comiendo tortilla de papas en la cama, con la vida desordenada. Todo se parece un poco a una película de Almodóvar. Dice La Agrado en Todo sobre mi Madre, “una es más autentica cuando más se parece a lo que ha soñado de sí misma” . Todo lo que soñé para mi cuando era niña se desvaneció en el tiempo. Y en el camino un poco me perdí, me senté a esperar que la vida suceda. A veces siento que soy la actriz de reparto de mi propia vida, o hasta incluso una espectadora. Durante mucho tiempo me he sentido más una espectadora que una actriz. Y de repente ¡ zaz ! el universo te sacude y te desordena la vida, muchas veces. Y ahí pasas a primer plano, a ponerle el cuerpo a esa actuación. Porque esa es la actuación que te va a dar el premio de tu carrera. Te convertís un poco en una chica Almodóvar. Dejas las poses simplemente para hacer lo que te sale de coño. Desde el fondo de las entrañas empezas a