Paros, militancia y universidad

Este la humilde opinión de una estudiante de política después de la escena en el aula con los chicos que están en las agrupaciones.
Siempre suele ser igual, vienen los chicos a comentar las últimas noticias del paro, o los problemas que nos involucran a todos o quizás a comentar sobre alguna charla y esas cosas que suelen organizar, y la respuesta es siempre la misma. Dos o tres estudiantes independientes les prestan atención y el resto sumergidos en sus conversaciones habituales, incluyéndome. La vida del estudiante “modelo 2005” pasa por otros lugares y no por la militancia, el compromiso social y la discusión. No digo todos, pero la inmensa mayoría de nosotros esquivamos estos temas, la facultad no es un lugar de debate como solía ser en otras épocas, hoy se va a la facultad a escuchar al profesor a cumplir con los parciales y nada más. Bueno sería que las cosas no fueran así. Pero creo que esto no es culpa de los estudiantes.
Marcos Novaro, profesor de Teoría Política contemporánea de la UBA, en una Ñ, expresaba “me parece desesperante que en la carrera de Ciencia Política de la facultad de Ciencias Sociales de la UBA esté mal visto participar en organizaciones políticas. Consideran que es una perdida de tiempo. En parte tiene razón, porque no hay muchas opciones para participar de la vida política que sean atractivas, creativas”. No hace falta ir a la UBA para darse cuanta de eso, nuestra facultad es la muestra más exacta de eso. Y todas las demás universidades del país atraviesan por esta circunstancia.
SeñorAs y señores, afrontémoslo, LA PANCARTA HACE MUCHO TIEMPO QUE SE CAMBIO POR EL CELULAR. Y no creo que eso este mal, y tampoco creo que seamos personas poco comprometidas con nuestro país por no militar o por no participar de asambleas. Discutimos, reflexionamos y debatimos entre nosotros pero no lo hacemos en la facultad. Además la inmensa mayoría de los estudiantes tiene opiniones formadas y posturas al respecto de determinados temas. Simplemente no nos expresamos como deberíamos???
Creo que los que no participamos de asambleas o de movilizaciones, es porque no las encontramos eficaces. Todos estamos de acuerdo con el reclamo docente, con el reclamo de los enfermeros del Graraham, y con los reclamos de los trabajadores que reciben sueldos miserables. No queremos más que las cosas sigan así. Y yo creo que para que las cosas cambien, nosotros lo estudiantes, los que tenemos la posibilidad de recibir educación bancada por el resto de la sociedad, los que estamos siendo preparados para ser críticos de la política y participes de las funciones publicas debemos encontrar formas mas efectivas, mas eficaces de solucionar estos problemas. Debemos pensar y debatir, pero una marchita mas no va cambiar las cosas. El construir algo pasa por otro lado. Y además debemos definir el lugar de los estudiantes en el conflicto y en la sociedad, ESO ES MUY CIERTO.
Vos no podes venir a iniciar o proponer una discusión de la manera en que se presento la fulanita en el curso, de una manera agresiva, con un tono imperante, con una forma de hablar que se aleja de la que se supone debe ser la de una estudiante universitaria. Sinceramente no se que clase de debate se puede tener con alguien como ella. Por otro lado el discurso suena anacrónico, gastado, repetido hasta el hartazgo. Por otro lado respeto y admiro a muchos chicos que militan, como Noelia, pero hoy la militancia, no es lo que fue en otros años. Para decirlo de una manera dura, militar, no esta de moda!
Los setentas, hace mucho tiempo que quedaron atrás y más para chicos que crecimos durante una época tan nefasta. Crecimos entendiendo que política era sinónimo de corrupción, que funcionarios públicos se veían constantemente envueltos en escándalos o que eran demasiado incompetentes. La corrupción crónica de esta Argentina, no puede ser otra cosa, que escandalosamente obscena. Cuantas cosas más: clientelismo en todas partes, oportunismo, pragmatismos asquerosos, anti intelectualismo, chorros, chantas, coimeros, el mundo zoo de la politiquería argentina. La decepción nos ha matado de muchas formas. Y es muy difícil ponerse la camiseta de lago. Yo soy una persona incapaz de creer, soy escéptica, nihilista, hasta cierto punto hasta un poco cínica. Soy pesimista, quizás por que me obligaron a serlo, o por que es mi naturaleza. La cuestión es que aquí estoy, entendiendo que de alguna manera somos una generación vacía, en muchos sentidos. Vacía de contenidos, de ideas, de sueños; y además en nuestro país, cada nueva generación es un poco menos educada y sofisticada, cada vez un poco más primitiva. Los que vienen detrás parecen estupidizados cada vez más con celulares; comprando ídolos de cartón; creyéndose algo que no son, viviendo de imágenes, y queriéndose reflejar en ellas, ignorando que nunca llegaran a ser eso. Siendo así, siempre mediocres, porque como escribió José Ingenieros, un hombre sin ideales es un hombre mediocre.
Solo pienso que la manera de afrontar el conflicto tiene ser de una forma inteligente, acorde con nuestra circunstancia, con nuestro papel en la sociedad y a nuestra preparación. Hay que marcar la diferencia.