¿Crecer?

Otro sábado maldito (amo los Sábados Malditos, Como no ser tan feliz?), en el viejo cuarto en la casa del pueblo. Escuchando música, en penumbras, mirando el techo como cuando tenía 15 años, y también era épocas de sábado maldito. Pero crecí, no mucho pero crecí, y mis sueños ya no son los mismos. Ya crecimos. Romina se recibió, la primera de nosotras que lo hace, la primera que acaba de llegar “al mundo real”. Cuanto tiempo ha pasado desde la época en que solíamos correr libre, vagábamos por las calles del pueblo sin más limite que la hora de comer o dormir. Las interminables noches de verano en la plaza ya no volverán. Ya nunca más volverá lo que paso. ¿Cómo volver el tiempo atrás? El caprichoso reloj no dejará de marcar el próximo segundo, no se frenara nunca, azotándonos con el próximo minuto, hora, con el próximo día, la próxima semana, mes o año.
Pero no solo creer me da tristeza. Es que me siento sola. Quizás sea el momento en el que necesito que un hombre llegue a mi vida.
Necesito necesitar a alguien, respetar al otro, necesito amar a alguien. Y quiero sentirme esclava de ese otro. Un hombre que imagino bueno, sincero, inteligente, pero del que no conozco el rostro, ni la voz, ni su cuerpo, porque aún no llegó.
Él es todos, pero no es nadie. Puede que tenga manos pequeñas y delicadas, y seguro tendrá sueños grandes. Pero como saberlo, si aun no llegó.
Quiero poder mirar a los ojos de ese hombre y poder verme reflejada en ellos. Y poder aún, seguir viendo hacia lo profundo de su ser. Quiero todo y un poco más. Pero solo soy………
Soy una ingenua esperando a un príncipe azul, cuando los príncipes solo existen en cuentos de hadas. Solo espero no besar demasiados sapos antes de encontrar a mi príncipe.Pero vuelvo sobre mí, con todos mis miedos y tristeza al verme creer tan rápido sin poder darme cuenta y entender del todo la relación entre las cosas; para caer en la cuenta de que creer significan muchas cosas nuevas que vendrán algún día, o tal vez mañana. Y que sin duda estoy empezando a necesitar