Excluidos

Pensaba en todos los excluidos sociales de este país, en todas esas personas que no tiene acceso a nada. Que son argentinos pero que están al margen, olvidados por el resto que los ve como una molestia social, como cucarachas sucias que afean el paisaje de la cuidad, o que hacen más inseguros sus barios.
Son ciudadanos los individuos portadores de derechos políticos que son ejercidos frente al poder del Estado de derecho.”El ciudadano tiene derechos a tener derechos”; este concepto parece integrar las exigencias de justicia y pertenencia comunitaria, además de que ciudadanía no es solamente un status legal por los derechos y responsabilidades sino que “es también una identidad, la expresión de pertenencia a una comunidad política”. Pero eso solo son conceptos bonitos que aprendemos en los claustros.
La ciudadanía consiste en asegurar que cada uno sea tratado como miembro pleno de una sociedad otorgándole de derechos de ciudadanía que divide en tres categorías: derechos cívicos, derechos políticos y derechos sociales, enmarcando en estos últimos la educación, la asistencia sanitaria, el seguro de desempleo y otras necesidades básicas. Así debería ser, pero estamos a años luz de que todos puedan gozar de ellos.
En Argentina existe una gran masa de excluidos sociales que están perdiendo esos derechos sociales. Como explicaba un profesor, esas personas que están perdiendo el vinculo con la sociedad, no tienen una representación propia, “ponen indudablemente en cuestión su condición de ciudadano”, y de esta manera se pone a prueba la democracia. Se pone en duda la igualdad ciudadana que supuestamente debe existir en una democracia real.
Es que cuando las demandas de algunos sectores de la sociedad son rechazadas, esa gente empieza a sentirse excluida. En la medida en que las necesidades de base de las personas son satisfechas podrán ser consideradas miembros plenos y participes de la sociedad. “La incapacidad de satisfacer las obligaciones comunes es un obstáculo a la plena pertenencia a la sociedad tan grave como la ausencia de iguales derechos”. También hay que comprender que hay en el país distintas expresiones de una misma exclusión, las que privan de pan y trabajo como las que marginan de la educación y la salud; las que arrinconan los derechos civiles de la minoría tanto como las reivindicaciones de la memoria, y las que imponen la lucha contra el flagelo de la inseguridad tanto como alientan los delitos extorcivos. Todas estas expresiones aspiran a un solo fin, y ese fin es la destrucción de la ciudadanía y del ideal democrático.
Hace un tiempo, les dieron perpetua a los asesinos de los piqueteros muertos en Avellaneda, Kosteki y Santillán. Piqueteros. Uno de los tantos ejemplos de excluidos de este país, en donde sus reclamos no son escuchados o entendidos por el resto de la sociedad, que los mira con desconfianza y antipatía por su forma de reclamar. Ellos, al fin, son excluidos.
Odio que pasen cosas como estas en mi país, que muera gente, que chicos no tengan acceso a educación o a salud, que exista muertos por represión policial. Todos los ciudadanos de este bendito país deberían ser respetados como tales, todo debería ser igual para todos. Nos enseñaron “todos somos iguales”, pregunto ¿todos somos iguales? Eso es mentira, y todos los saben. Los que en este momento están juntando cartones por las calles de la cuidad, o los que están de vacaciones en Punta del Este. Pero eso no soluciona nada…………………..

Comentarios

Danilo Gatti dijo…
la cuestion es que todos TENDRIAMOS que ser iguales, pero hay cierta gente que se encarga de que asi no sea.
lo saben, los cartoneros, los piqueteros, los de punta del este...
la diferencia es que de esos que lo saben deciden luchar por cambiarlo y otros siguen veraneando.

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