Estamos tan mal?

Todo surgió luego de una discusión con una amiga, y la pregunta que me hice es ¿Estamos tan mal? No es difícil el embarcarse en ese sin sabor amargo de la realidad argentina. Desocupación, economía ficticia, inseguridad, inflación, maestros asesinados, decadencia, políticos corruptos, falta de representación política, votos comprados, semi-democracia, pero aun así…estamos tan mal? No resulta difícil caer en la desesperanza si sos joven, parase no existir de donde agarrarse, en que creer, parase no haber posibilidades para nada; el único camino es resistir, aguantárselas. Una lista infinita de cosas que están mal es lo primero que se nos viene a la cabeza, pero esa puede ser también una mirada simplista de la cosas, o no?
No soy tan ingenua para pensar que vivo en un mundo color de rosa ni que vivo bien, la vida es dura para todos, y a veces no me conformo con lo que me toca porque se que es poco, pero también pienso en lo que tengo.
También pienso que hemos estado peor…solo necesitamos recorrer las páginas de la historia para saberlo: distintas dictaduras, crisis económicas, hijos de puta…y si, porque la historia argentina esta llena de ellos, y no me olvido del pueblo. Es que aceptemos las cosas de una vez, somos culpables de las cosas que nos pasan, y no lo digo por el hecho de que elegimos mal en las elecciones, sino porque nunca hemos hecho lo suficiente para que las cosas en este país sean diferentes. Nadie se mantiene en el gobierno, por mas “fiera” que sea, por el solo hecho de la fuerza, hemos sido culpables de los que nos paso, esa es mi sentencia.
La democracia en este país, nunca a sido un valor, solo después del ’83 se comenzó a tomar conciencia, porque como dirá Maquiavelo, “…los hombres siempre están dispuestos a cambiar de señor, creyendo que así van a mejorar, y esta convicción les hace alzarse en armas contra él; aunque se engañan, porque luego comprueban con la experiencia que han empeorado” (cap.III De principatibus mixtis, en “El Príncipe”). La democracia no es nunca perfecta, tiene carencias, pero puede ser mejorada si se le da tiempo. Félix Luna, escribió en un articulo del diario Clarín “…en 1976 empezó el último experimento militar en el poder; siete años después, con otro fracaso, esta vez definitivo, se cerraba la etapa iniciada en 1930, caracterizada por una presencia preponderante de las Fuerzas Armadas en la vida nacional. Paradójicamente, fue este fracaso el que permitió recuperar su rol. Pues con posterioridad hubo gobiernos mejores o peores, acertados o chambones, decentes o corruptos, amados o aborrecidos, pero fueron los mecanismos de la democracia los que corrigieron gradualmente las equivocaciones y limpiaron las suciedades”.
Pero no nos olvidemos tampoco, que Argentina ocupa un lugar en el “plan divino” del capitalismo. No nos mintamos a nosotros mismos, no seremos nunca primer mundo, podremos mejorar nuestra forma de vida, mejorar nuestra economía, mejorar nuestra democracia, pero tenemos un papel asignado: por nuestra historia, por nuestra estructura económica y social, por el capitalismo, por nuestra educación, por nuestros valores democráticos y políticos, por nuestro propio egoísmo y avaricia.
Pero miremos un poco hacia los lados, nada de lo que reluce es oro, nada esta del todo bien y nada esta del todo mal. El “primer mundo”, la panacea de la felicidad para quienes los miramos desde la vereda de enfrente, tiene sus fisuras. El Katrina demostró que en el Imperio también existe un tercer mundo cuando dejo desnuda la pobreza del Mississippi; la UE tiene problemas económicos y políticos que no puede resolver, la inmigración se ha vuelto un tema de agenda importantísimo no solo por los problemas de violencia que están aflorando entre los jóvenes sino por las repercusiones económicas y sociales que implica; la era del pleno empleo hace tiempo que se termino junto que el crecimiento de las económicas del primer mundo; no nos olvidemos tampoco del avance de la ultraderecha en los países europeos…y podemos seguir.
Yo no quiero mentirme a mi misma, no me conformo, quiero un país mejor, pero para eso debo luchar yo misma, todos deberíamos hacernos. Pierre Rosanvallon dijo en una entrevista a Ñ, la actividad democrática no debe limitarse a la simple actividad electoral. También remarco como un problema la falta de política y la ausencia de debates “la democracia no sólo consiste en manifestarse y votar sino también en la capacidad de lucidez colectiva para arbitrar, decidir construirán futuro común en el largo plazo. La actividad democrática significa escribir y vivir una historia común. La falta de organización institucional de debates, los pocos canales de expresión de la sociedad y una cierta pereza de los medios generan un riesgo que llamo democracia impolítica: una sociedad en la cual los ciudadanos son bastante activos pero ya no construyen un proyecto positivo. La política se expresa hoy de forma negativa y la responsabilidad no esta solo en los partidos políticos sino también en los medios, intelectuales, asociaciones. Hay que estimular la producción de ideas y de análisis en la sociedad.”
Que las cosas sean mejores es nuestra tarea, todavía hay muchas cosas que valen la pena en este país, pero mientras pongamos nuestras energiza en GRAN HERMANO o en la próxima estupidez televisiva, y mientras sigamos alimentando la idiotización de la sociedad no iremos hacia ningún lado.