Ines, del alma mia
Ines nació en 1913, o por lo menos eso decía su partida de nacimiento. Festejaba su cumpleaños todos los 6 de enero, luego de la siesta y bajo el parral, siempre tomando mate. Aun puedo sentir el perfume de su piel, seca por el clima, pero resistente y sana al paso del tiempo. Siempre con alegres conversaciones y tantos dichos como años. Puedo recordarla preparando panes tostados con manteca, que lograba derretir antes de colocar la azúcar por encima, o puedo verla cocinando papás fritas, o haciendo chistes, o cantando…y canto y mantuvo su humor casi hasta los últimos días de su vida. Vivió 89 años.
Cuando era niña, Ines fue abandona junto a sus hermanitas por su padre, quien a la muerte de la madre, decidió darle el cuidado de sus hijas a los padrinos para volver a casarse. Así se decidió el destino de las niñas que vivieron desde allí vidas diferentes y separadas. Separadas porque recién después de casi 50 años volvieron a reencontrarse.
A veces pienso que su vida bien vale una novela, es la perfecta heroína de su vida, que paso por la tierra dando un sentido a las cosas y luchando hasta ya no poder mas…siempre para adelante, mirando de frente y con dignidad.
A Ines le toco una vida difícil, dura, de trabajo incansable y de lucha constante. Fue madre soltera en una época inadecuada para serlo y aun así la lucho. Trabajo en una finca, fue obrera de una fábrica la mayor parte de su vida, fue sirvienta, inclusive llego a ser cocinera en una mina de carbón en el medio de la cordillera de los Andes; en donde trabajo junto con Francisco, con quien se caso, y quien la acompaño hasta que tuvo que irse. Fue tan pobre que no pudo acompañar hasta el cementerio a uno de sus hijos recién nacido porque no tenía que ponerse, pero aun así siguió adelante y progreso.
Fue una mujer de carácter fuerte y temperamento aun más fuerte, que podía ser la abuela más dulce del mundo. Tuvo una moral inquebrantable y una fuerza de voluntad enorme. Es y no puede ser otras cosas que un ejemplo.
Me gusta imaginar cosas sobre su vida, me gusta imaginarla joven como yo, viviendo su vida…quisiera saber mas sobre ella pero no me animo a preguntar, quizás porque no haya quien me de las respuestas que busco, o porque tal vez así, pueda convertirla en esa heroína que sin duda fue…
Solo se una cosa, que la admiro, por todo lo que fue y por todo lo que hizo, por como vivió su vida, de la manera en que forjo su destino. Fue fuerte, resistió, fue valiente, fue fiel a su verdad y a sus principios, estuvo sola, estuvo mal y salio adelante.
Cuando se fue, solo me quede sentado contemplando, mirando, sin saber como sentirme ni como actuar, guardando respeto; sabiendo que era necesario dejar ser, a la vida. Me sentí culpable por no llorarla, pero hoy la recuerdo con alegría y también con llanto porque me doy cuenta cuanto la extraño.
Simone de Beauvoir dijo, “Mujer no se nace, se llega a serlo”, Ines fue toda un MUJER, espero solo llegar a ser la mitad de lo que ella fue.
Cuando era niña, Ines fue abandona junto a sus hermanitas por su padre, quien a la muerte de la madre, decidió darle el cuidado de sus hijas a los padrinos para volver a casarse. Así se decidió el destino de las niñas que vivieron desde allí vidas diferentes y separadas. Separadas porque recién después de casi 50 años volvieron a reencontrarse.
A veces pienso que su vida bien vale una novela, es la perfecta heroína de su vida, que paso por la tierra dando un sentido a las cosas y luchando hasta ya no poder mas…siempre para adelante, mirando de frente y con dignidad.
A Ines le toco una vida difícil, dura, de trabajo incansable y de lucha constante. Fue madre soltera en una época inadecuada para serlo y aun así la lucho. Trabajo en una finca, fue obrera de una fábrica la mayor parte de su vida, fue sirvienta, inclusive llego a ser cocinera en una mina de carbón en el medio de la cordillera de los Andes; en donde trabajo junto con Francisco, con quien se caso, y quien la acompaño hasta que tuvo que irse. Fue tan pobre que no pudo acompañar hasta el cementerio a uno de sus hijos recién nacido porque no tenía que ponerse, pero aun así siguió adelante y progreso.
Fue una mujer de carácter fuerte y temperamento aun más fuerte, que podía ser la abuela más dulce del mundo. Tuvo una moral inquebrantable y una fuerza de voluntad enorme. Es y no puede ser otras cosas que un ejemplo.
Me gusta imaginar cosas sobre su vida, me gusta imaginarla joven como yo, viviendo su vida…quisiera saber mas sobre ella pero no me animo a preguntar, quizás porque no haya quien me de las respuestas que busco, o porque tal vez así, pueda convertirla en esa heroína que sin duda fue…
Solo se una cosa, que la admiro, por todo lo que fue y por todo lo que hizo, por como vivió su vida, de la manera en que forjo su destino. Fue fuerte, resistió, fue valiente, fue fiel a su verdad y a sus principios, estuvo sola, estuvo mal y salio adelante.
Cuando se fue, solo me quede sentado contemplando, mirando, sin saber como sentirme ni como actuar, guardando respeto; sabiendo que era necesario dejar ser, a la vida. Me sentí culpable por no llorarla, pero hoy la recuerdo con alegría y también con llanto porque me doy cuenta cuanto la extraño.
Simone de Beauvoir dijo, “Mujer no se nace, se llega a serlo”, Ines fue toda un MUJER, espero solo llegar a ser la mitad de lo que ella fue.
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