Mujercitas

Después de tantos años, volví a tomar entre mis manos un ejemplar del libro Mujercitas y me emocione mucho. De repente me sumergí de nuevo en esa maravillosa historia que me acompaño cuando era una niña, y volví a encontrarme con Jo.
Mujercitas fue el segundo libro que leí y el primero que me maravillo, y es sin duda uno de los libros más importantes que hay en mi vida. Lo leí tantas veces que ya no recuerdo cuantas. Me acompañaba a cada lugar que iba casi como un amigo inseparable que viaja en mi mochila siempre. Hoy descansa en la biblioteca de mi casa junto con los otros dos libros de la saga “Las Mujercitas se casan” y “Hombrecitos”. Parece un libro viejo y hojeado por sus tantas lecturas, con sus tapas naranjas desteñidas y el dibujo de las cuatro mujercitas en el centro. Es de la editorial Andrés Bello, tenías más de 200 páginas y estaba impreso en Chile, lo que me llevo a creer durante muchos años que Andrés Bello era chileno (ahora resulta que es una Cátedra).
Como para todos lo que lo leyeron, Josephine March era mi heroína preferida. Un alma libre e independiente que amaba escribir. La inspiración perfecta que merece tener cada niña, una mujer inteligente, independiente, buena, traviesa, curiosa, bella a su manera, bondadosa, que aprendió con las páginas a domar ese carácter temperamental, siendo así una mejor amiga, hermana e hija.
También estaban las demás Meg, la mayor, Beth la más dulce de todas y la molesta Amy que siempre peleaba a Jo. Pero no debo olvidarme de Laurie o Theddy como bautizo Jo a su mejor amigo. Siempre anhelé que Jo y Theddy se enamoraran, pero luego del rechazo de Jo, Laurie se termino enamorando de Amy y siendo parte de la familia March como siempre lo había deseado. Todavía me cuesta aceptar que Jo no se enamorara de su querido Theddy, pero ya con otros años puedo entender porque eligió al Profesor Bhaer…
Hasta que vi de nuevo el libro en la librería y recordé su historia, no me había dado cuenta de lo presente que aún esta Jo en mi vida. Ya no me acordaba de ella, no la encontraba en ninguno de mis pensamientos, pero me di cuenta que nunca se había ido de mi. Josephine March era parte de mí, de lo que soy. Compartimos muchos años, y ella me trasmitió sus sueños. En estos momentos me doy cuenta que ha sido una gran inspiración en mi vida...y sobre todo una gran amiga, aunque ya no tengas más 10 años.

Comentarios

Anónimo dijo…
Pequeñita del alma mía!!!
Sos un ternor ternor...
Me alegra que hayas encontradote con tu querida J.M; es fabuloso rememorar objetos de la infancia que han dejado marcas sagradas en el alma.Brindemos por eso!!!
Aunque no dejo de confimar mi sabia curtida a tu extravagante sensibilidad.

Y regalale el libro a la piba che...jejeje.

te adoro bombón.
Yesis.
JHR dijo…
Otra tocaya mía! jeje! Ahora esta Josephine es real y también escribe y también está loca, y etc. Y es una amiga PRESENTE que te quiere mucho y te lo dice!
Beso nenaa!
daydreamer dijo…
juvenilia lo leiste? a mi me parecio re tierno cuando lo lei... aunq al decimononico cané habia cosas q no le entendia, tenia 11 y me daba una idea... q lindo

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