Autobiografia

En 1984 aún sobrevivía un mundo similar al que vivía Wiston Smith, pero ya había pasado mucho desde que, el Emmanuel Goldstein de nuestra dimensión temporal había sido asesinado por grupo de fanáticos stalinistas. Es 1984 un año no muy trascendente para la historia mundial; se transitaban los últimos años de la guerra fría, la guerra Irán-Irak estaba justo al medio y morían Julio Cortazar y Michael Foucault, los dos en París. Para no desmerecerlo, digamos que no fue un año tan importante como 1939, 1945, el glorioso 1968 o 1979. Pero en realidad 1984 es el año en que nací, y fue el primer año de democracia después de tanta oscuridad.

Eric Hobsbawm escribió una vez algo así como que somos parte de un siglo, que es parte de nosotros; que los acontecimientos públicos, esos que hacen historia, forman parte del entramado de nuestras vidas. Son un punto de referencia de nuestra vida privada. Creo que el viejo historiador tiene razón.

Cuando cayó el muro de Berlín yo tenía 5 años, y aún así lo recuerdo con claridad, sentada frente al viejo televisor y con mi madre gritando con un repasador en la mano. Claro que no entendía nada de lo que pasaba ni de lo que significaba aquella cosa. De ese tiempo recuerdo muchas cosas, quizás porque fue un año de cambios, de crisis económica y de inflación que obligaron a mi familia a migrar de provincia.

De esa época también recuerdo el mundial de fútbol de 1990 en Italia y las Olimpiadas de Barcelona 1992. La vida en esa época era muy fácil: cumplir con las tareas de colegio; visitar cada sábado las casa de Nadia y jugar durante horas a ser mamás; no ensuciar el guardapolvo tableado; recorrer las tres cuadras que separaban mi casa de la escuela junto a mi amigo Gonzalo, mientras lo defendía de los demás chicos que lo llamaban “cuatro ojos”. Esas son épocas donde se aprende rápido, donde uno entiende que el mundo va más allá de las fronteras del pueblo, en donde se intuye que hay buenos y malos más allá de los cuentos. Quizás por eso recuerdo el momento en que entró la portera de la escuela a susurrar algo a la maestra, supuse que era algo muy serio, pero sólo lo supe cuando llegué a mi casa, y lo terminé de comprender muchos años después. Habían puesto una bomba en la Embajada de Israel, y nuestro país conocía por primera vez el flagelo del terrorismo. Y no iba a ser la única vez, dos años después mientras pasaba las vacaciones de invierno en Mendoza, otro atentado más ocurría contra la AMIA.

Puede decirse que crecí durante una período infame, pizza con champagne y Ferraris, sin hablar de aviones que iban hasta la estratosfera. Me pasé la década del noventa mirando por televisión al patilludo, a ministros llorones, tapados de piel et petit hotel, convertibilidad y otras mierdas. Pero mientras crecía también conocía a Mafalda, Felipe y Libertad. Y mi maestra de 5to grado supo enseñarnos que existían cosas muy importante por las que valía la pena luchar siempre (aunque a veces ya no tengamos fuerza)

Me he dado cuenta que, en mis jóvenes años ya viví varías crisis; me fui a Bariloche de viaje de estudio mientras mi país asistía a una crisis institucional y el mundo miraba estupefacto el paso de cinco presidentes en una semana. La crisis no sólo la vimos por televisión, la sufrimos, la padecimos y nos acostumbramos a saber que la inestabilidad es, la normalidad. Se nos enseñó a vivir de los vaivenes de la política, de la economía…mirando cómo lo poco que nos queda se pierde, se va y los índices se disparan hacías las nubes y quizás las estratosfera.

La sensación que tenemos es que somos simples espectadores, pero en realidad somos los protagonistas. Los que día a día sufrimos los avatares de la historia presente. Y sólo tomamos conciencia cuando participamos nosotros mismo de un hecho histórico. El 25 de mayo de 2008, yo fui parte de un hecho que sin duda pasará a engrosar los datos de la historia de este país. Defendí en un acto público algo en lo que creía, algo que me involucraba. Podemos estar a favor o en contra pero eso sólo el tiempo lo juzgara. Pero yo podré decir, “ahí estuve yo ese día”.

Sin duda somos parte de un siglo que es parte de nosotros y los acontecimientos públicos forman parte del entramado de nuestras vidas….posiblemente el destino nos tiene previstas muchas cosas más…

Comentarios

JHR dijo…
Ah! Ine muy buena tu relación con la historia, digámosle "externa", pero creo que me quedé con ganas de leer más a la Ine protagonista de la historia "interna", ¿esta es una autobiografía, no? No me refiero a los hechos históricos que cambian un país, sino que no nombrás a los que marcan a los individuos más de cerca. Besotes.
Lady Stardust dijo…
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Lady Stardust dijo…
Si amiga tienes razón con lo que decís, pero justamente es à propos. El txt lo escribí para el taller al que voy, y como estábamos trabajando a Macedonio Fernández la idea es trabajar una autobiografía sin que llegue a ser una autobiografía del todo. Este autor rechazaba, de alguna forma, la idea de autobiografía. El mismo friccionaba su autobiografía, se entiende?? (cuantas veces dije autobiografía!!!!!!!!)
Contar cosas de mi lo he hecho en otras oportunidades...la idea era trenzar, entrelazar los hechos públicos con los momentos que estamos viviendo en el momento (valga la redundancia) en que estos suceden. Es decir...cualquiera de nosotros puede recordar exactamente que estaba haciendo cuando se entero que habían atentado contra las Torres Gemelas en NY. Yo estaba acostada y mi mamá me levanto para que vea la tele...estuve 8 hs seguidas prendida a los noticieros, vos? qué hiciste ese día?
El defecto es que me voy un poco de esa idea, me corro del eje que me había propuesto en primera instancias…además tampoco no me interesaba hacer hincapié en la historia interna. El resultado me gusta a medias, igual la profe dijo que le había gustado (me lo habrá dicho de compromiso?)
Danilo Gatti dijo…
"yo que naci con Videla
yo que creci sin poder..."
Lady Stardust dijo…
yo no naci con videla, gracias a dios!!!!!!!
Esteban dL dijo…
Macedonio Fernández, leí muy poco de el, pero algo recuerdo.
yo tampoco nací con Videla por fortuna.
Danilo Gatti dijo…
Gracias por todo


De Angeli
daydreamer dijo…
hay mis amigas.... una muy acostumbrada a mirar para adentro y otra muy acostumbrada a mirar hacia afuera :)
Por suerte tenemos las dos cosas, un adentro y un afuera
Lady Stardust dijo…
Ce....es verdad nadie lo hubiera dicho mejor!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Danilo....parece que en este país la clase media no tiene derecho a defender sus interese de clase porque eso la hace una basura, no??
que lastima ser una mierda...
ce dijo…
que paso ine?? tenes un amigo que se puso facho de izquierda? menos mal que la intolerancia es un atributo exclusivo de la derecha, igual que el autoritarismo, si no estaría muy desconcertada...
Menos mal que la izquierda tradicional nunca persiguió a los homosexuales ni a los que piensan diferente, sino estaría muy desilusionada.
daydreamer dijo…
pero que digo?? si igual acá, la izquierda no existe, es todo una farsa! populista, mentirosa, oportunista, para las cámaras, "socialismo del s.XXI" una mierda! todo MENTIRA! hartos de transar con el Kapital, hastiados de ver chicos morir por hambre. Pero guarda... el derecho al fútbol (agregado al margen en la declaración ii) es un regalo de la "izquierda???" peronista
Aguante Alfredo Palacios!

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