6 años despues

Después de 6 años volví a abrir mi blog.
No había caído en cuenta ni del tiempo que había pasado ni de lo que extrañaba escribir. De hecho creo que olvide como se hacía, después de todo la escritura es algo que debe ejercitarse como todo.   Así que, en estos 6 años que pasaron me volví un poco analfabeta, pero también me pasaron otras cosas.
Muchas cosas. Como saben me enamore….pufff ya saben cuánto, y sigo enamorada. No de la forma tan insoportable del principio, pero en fin. Formamos una familia con una gata gorda llamada Dina y compartimos muestro techo hace un par de años. De la convivencia no puedo decir nada. La verdad que nunca tuve problemas, quizás salvo cuando Emilio me ensucia la cocina o el baño. Pero eso no son problemas son manías de uno.
En el camino se fueron personas importantes en mi vida, mis abuelos, mi papá. Llore un año entero todos los días, arriba del colectivo cuando volvía de trabajar.  No sé porque, a mí que me da vergüenza que me vean llorar, me gusta llorar arriba del colectivo. También dejamos atrás la casa de mi abuela Ines en Mendoza. Como me gusta decir esa casa era una de las extrañas formas del amor. Fuimos muy felices todos esos veranos, era magia de esas que se ven en las películas. Todo lo que había ahí, el patio con las glicinas, margaritas, el parral y el damasco. La casa vieja con sus defectos y sus pobres muebles. El sol entrando por la ventana de la cocina, entre las hojas del parral, las tostadas con manteca y azúcar, la mesa verde con el cajón de los cubiertos, la puerta rechinante del aparador. Todo eso se quedo atrás, pero aun esta en nosotros, porque es parte de lo que somos.
Mientras también engorde; adelgace; aprendí a comer otras cosas;  me hice fan del yoga; me quede sin trabajo; deje un trabajo; deje de fumar; mis perros amados se fueron al cielo de los perros; deje de tenerle miedo a las alturas y a otro montón de cosas que no me dejaban avanzar; hice nuevos amigos y me aleje de otros; cambie muchas veces. Estamos más viejos, de eso la biología sabe y los relojes también, pero si podemos decir que estamos mejor que nunca.
Me faltan muchas cosas, cosas que terminar, cosas que hacer, cosas que lograr, lugares a donde ir y gente por conocer. Pero aprendí algo, lo aprendí gracias al yoga o quizás a mí misma: paciencia, perseverancia y constancia. Así que logran las cosas.

Estas palabras que salen un poco oxidadas, quizás hasta incoherentes me ayudan a recordar que escribir siempre ha sido para mí una forma de catarsis, de exorcismo, de desahogo. Quizás deba volver a hacerlo, ponerme en forma, en algo que siempre ame: escribir. Recordar quién era para reforzar quien soy..

Comentarios

Entradas populares